Grave fallo en el diseño de los CPU’s Intel fabricados durante los últimos 10 años podría implicar un gran problema de seguridad para todos los usuarios, ya que dicho problema requerirá de un importante parche a nivel sistema operativo que reducira drásticamente la eficiencia de los mismos hasta en un 30%. Lo reportó el prestigioso sitio The Register, asegurando que dicho afectación de seguridad implicaría a “programas de usuarios normales, desde aplicaciones de bases de datos hasta JavaScript en navegadores web, en cierta forma, el alcance de las áreas de memoria de kernel protegida”.
Grave fallo en el diseño de los CPU’s Intel fabricados durante los últimos 10 años implicaría un gran problema de seguridad
Esto significa que todos los procesadores que soportan virtualización desde la aparición de los cuatro núcleos en la marca, desde los tiempos de los Yorkfield y Bloomfield, hasta los actuales Core-X, se encuentran afectados por esta falla que requerirá de atención directa en los sistemas operativos, y como no hay posibilidad de solucionarlo mediante actualización del microcódigo, el proceso que utilizará el parche (que se rumorea que anda rondando en versiones de Linux y Windows 10 Preview desde Noviembre) podría implicar una caida de rendimiento de entre un 5 y un 30% (dependiendo del CPU), aunque aún no se ha especificado si el impacto se podrá percibir a nivel de usuario final.
“Se está haciendo un desarrollo urgente de un software de mitigación, de forma abierta, y recientemente ha sido incluido al kernel de Linux, y una mitigación similar ha aparecido en kernels NT en noviembre”, decribió el blog Python Sweetness el lunes. “En el peor de los casos, la corrección por software causa enormes caidas de rendimiento en exigencias típicas… Hay indicios de que el ataque impacta en entornos de virtualización cotidianos, como Amazon EC2 y Google Compute Engine.”
El escenario parece ser bastante malo para todos los usuarios de Intel, especialmente considerando que recientemente ha llegado la nueva familia de Core-X, con todo lo que eso implica. Recomendamos esperar a ver los resultados reales de estas correcciones antes de empezar a sacar conclusiones apresuradas. Es necesario remarcar que hace pocos meses, el CEO de Intel vendió una gran cantidad de sus acciones, y solo se quedó con aquellas necesarias para ejercer en la compañía. Sin dudas una acción muy llamativa y oportuna.