El avance de las unidades de estado sólido es espectacular, y las últimas tecnologías no hacen sino consolidar un mercado que está consiguiendo dejar atrás rápidamente al almacenamiento tradicional en discos duros.
Samsung 950 Pro 512GB
El último ejemplo de ello son las nuevas Samsung 950 Pro, las unidades SSD que por primera vez permiten a usuarios finales (hasta ahora estas opciones iban dirigidas a las empresas) disfrutar de lo último de lo último en este segmento. Tecnología 3D V-NAND, uso del protocolo NVMe 1.1, formato m.2 y velocidades de lectura y escritura sin parangón.
El protocolo NVMe (Non-Volatile Memory Express) es una especificación para acceder a unidades de estado sólido a través del bus PCIe 4x. Esta interfaz supone para este tipo de unidades algo parecido a lo que supuso SATA para los discos duros tradicionales: un estándar que no solo se ha aceptado universalmente, sino que es capaz de aprovechar todas las prestaciones actuales (y futuras) de estas unidades.
Samsung SSDs 950 Pro 256GB
Las unidades de Samsung son por tanto ideales para quienes busquen el máximo rendimiento, aunque por ahora no muchas placas base dan soporte al protocolo NVMe (chipsets Z97 y Z170 de Intel), y de hecho muchas portátiles que soportan unidades PCIe en formato m.2 no soportan NVMe de serie (puede que sí con una actualización del firmware, cuidado).
Esas incompatibilidades se les suman las variantes m.2 en formatos físicos: mientras que bastantes portátiles trabajan bien con los formatos m.2 2240 y m.2 2260, no dan soporte al m.2 2280 que precisamente utilizan estas unidades de Samsung.
Todos estos obstáculos quedan ensombrecidos por unas prestaciones de vértigo que según el fabricante sitúan las velocidades de lectura y escritura secuenciales en 2.500 y 1.500 MB/s respectivamente, con hasta 300.000 IOPs en lecturas aleatorias y 110.000 IOPS en escrituras aleatorias. Comparad esos datos con unidades SSD «convencionales» como las Samsung 840 Evo, que alcanzan 540 y 520 MB/s en lectura y escritura secuencial y que llegan a las 97.000 IOPS y 88.000 IOPS en lecturas y escrituras aleatorias respectivamente. La diferencia es evidente.
Estos rendimientos y prestaciones estaban hasta ahora reservados al segmento empresarial y a precios realmente prohibitivos para usuarios convencionales, pero las cosas cambian con estas unidades que plantean un salto notable.
Aun con esos obstáculos para su adopción inmediata por parte de fabricantes de portátiles, PCs de sobremesa y usuarios finales, parece evidente que este es el principio de una nueva generación de discos SSD que abrirá nuevas prestaciones a los usuarios. Los precios, además son realmente destacables: 177,99 dólares para la edición de 256 GB y 322,57 dólares para la edición de 512 GB.